Depresión en la Vejez: Recomendaciones útiles [Actualizado 2024]

La depresión es la enfermedad mental más frecuente en los ancianos. Se estima que entre el 15% y el 20% de estos individuos sufren de depresión, pero con frecuencia no reciben el tratamiento adecuado.

La depresión en los ancianos puede ser difícil de detectar, ya que algunos de los síntomas tales como la fatiga, la falta de apetito y los problemas para dormir pueden ser parte del proceso de envejecimiento.

Es importante saber que la depresión en esta etapa de la vida debe ser diagnosticada y tratada, ya que esta enfermedad altera la calidad de vida de quienes la sufren y causa un sufrimiento innecesario en quien la padece y en su grupo familiar.

La depresión es una enfermedad altamente tratable, y con el tratamiento adecuado el individuo puede tener una vida placentera.

Afortunadamente, las depresiones en este grupo etario son cada vez más identificadas y tratadas por los profesionales de la salud mental, quienes generalmente reconocen que los síntomas depresivos en los ancianos pueden pasarse por alto fácilmente.

Hay que tener en cuenta que los síntomas pueden deberse también a efectos secundarios producidos por determinados medicamentos, o por alguna enfermedad física concomitante.

Por ello la importancia de realizar siempre una consulta con un especialista para evaluar con precisión las causas de los síntomas depresivos.

Los síntomas de la depresión en los ancianos suelen ser los mismos síntomas característicos de la depresión, y además las personas de edad avanzada con trastornos depresivos generalmente están más confundidas u olvidadizas, no se bañan con la frecuencia habitual, puede que no aseen su vivienda, suspendan sus medicamentos y/o se aíslen.

Entre las opciones de tratamientos están los medicamentos y la psicoterapia, que pueden utilizarse solos o combinados para mayor efectividad, que ayudarán a quienes padecen esta enfermedad a recuperar su capacidad de sentirse felices y satisfechos con su vida.

Además, puede ser importante realizar algunos cambios en el estilo de vida.

Se ha comprobado que la psicoterapia breve puede mejorar el estado de ánimo de las personas con depresión y beneficiar sus relaciones cotidianas, aprendiendo a controlar los pensamientos distorsionados negativamente que generalmente acompañan a esta enfermedad.

Estas terapias son especialmente efectivas a corto plazo y muy útiles cuando los pacientes no pueden o no quieren tomar medicación.

Un rápido diagnóstico y un tratamiento adecuado pueden hacer que este periodo de la vida sea más placentero para el anciano, para su familia y para quienes lo cuidan.

 

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