La depresión es una enfermedad mental; es una clase o tipo de trastorno mental que, desgraciadamente, cada día la padecen más personas.
Se estima que entre un 6% a un 10% de la población mundial experimentará episodios depresivos en alguna etapa o momento de su vida.
Asimismo según estudios realizados se calcula que las mujeres se ven más afectadas que los hombres por este trastorno en una proporción de 2:1.
E incluso existen estimaciones que señalan que hasta 1 de cada 4 mujeres experimentará un episodio depresivo a lo largo de sus vidas.
Una situación extrema a la que puede llevar la depresión es el suicido y en este sentido se estima que los hombres llegan a esta instancia al menos 5 veces más que las mujeres, y se sabe que en este punto no hay diferencias en cuanto a las razas y/o clases socio-económicas, ya que todos se ven afectados por igual.
Si bien es cierto que todos podemos sentirnos tristes o decaídos en ciertos momentos o instantes de nuestras vidas, estos sentimientos deben ser pasajeros y no deberían tardar demasiado en desaparecer.
Es importante buscar ayuda profesional cuando se tiene depresión, ya que será muy difícil salir de ésta sin apoyo externo.
¿Qué es la depresión?
El término “depresión”, proveniente del latín “depressu”, significa “derribado” o “abatido”.Técnicamente este término se refiere a un síndrome o conjunto de síntomas que perturban principalmente la esfera afectiva del individuo.
Este trastorno mental se caracteriza por sentimientos de culpa, inutilidad, indefensión, tristeza y desesperanza.
La depresión requiere de tratamiento para ser superada; ya que de lo contrario afectará a la vida diaria del individuo, e incluso lo perjudicará en el desempeño de las tareas cotidianas más sencillas.
Sin embargo, es importante diferenciar un trastorno depresivo de un estado pasajero de tristeza, que es considerada una reacción normal ante un acontecimiento negativo (como la pérdida de un empleo, un divorcio o cualquier otro evento que pueda ser estresante y/o traumático).
A diferencia de la tristeza normal, o la del duelo que sigue a la pérdida de un ser querido, la depresión patológica es una tristeza sin razón aparente que la justifique.
Por lo tanto, si dicho estado de tristeza se prolonga en el tiempo o sus síntomas se agravan, impidiendo el desarrollo adecuado de la vida cotidiana, se puede estar ante un trastorno depresivo, y como hemos mencionado antes si no se recibe un tratamiento adecuado, la depresión tenderá a empeorar.
Motivo por el cual es de suma importancia que el individuo reciba y lleve a cabo un tratamiento adecuado.
Mira también:Depresión y Autoestima: ¿Existe relación entre autoestima y depresión?En los casos más graves, este cuadro puede extenderse durante años e, incluso, hasta terminar convirtiéndose en irreversible.
Por ello, conviene tratarla cuanto antes: el equipo de Consulta 21 nos ofrece una buena psicóloga Málaga especializada en tratamientos de la depresión.
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En relación a la edad de aparición de síntomas depresivos se estima que casi un 50% de las personas que padecen depresión presentan entre 20 a 50 años.
Y normalmente las personas que tienen mayor predisposición de padecer este trastorno son aquellas que están aisladas socialmente y tienen pocas o nulas relaciones interpersonales, un entorno laboral incierto, o se encuentran divorciadas o bien que hayan experimentado un trauma o una pérdida de algún ser querido cercano.
Se estima que sólo en los Estados Unidos este trastorno afecta entre 15 a 17 millones de norteamericanos cada año, de diferentes edades, razas, clases socio-económicas y con distintos antecedentes de enfermedades diagnosticadas, calculándose que afecta a 1 de cada 20 estadounidenses.
El secreto para tratar y superar la depresión radica en un diagnóstico precoz, cuando se reconocen los síntomas de la depresión rápidamente y se busca ayuda, las probabilidades de tener éxito con un tratamiento combinado (farmacológico y psicoterapéutico) son mucho mayores.
Cabe destacar que existen diferentes tipos de depresión (que veremos a detalle más adelante) entre las cuales se hallan la depresión mayor, la distimia, el trastorno afectivo estacional, el trastorno bipolar o depresión maníaca, entre otros.
Mira también:Depresión en la Vejez: Recomendaciones útiles [Actualizado 2024]En cualquier caso lo más importante es que si crees que tú, o un ser querido, está sufriendo un episodio depresivo, busques ayuda de inmediato para iniciar un tratamiento adecuado rápidamente.
Los síntomas depresivos (que veremos a continuación) no deben pasarse por alto ya que una depresión no tratada afectará negativamente la calidad de vida de la persona e incluso podrá poner en riesgo su vida.
¿Cuáles son los motivos que llevan a padecer de depresión? Causas y Factores de Riesgo
Hay muchas situaciones y circunstancias en nuestra vida que pueden llevarnos a padecer un episodio de depresión, como la muerte de una persona cercana, una relación sentimental catastrófica, o situaciones estresantes, que suelen ser los principales desencadenantes, aunque cabe destacar que normalmente no existe sólo un motivo, sino que podría haber varios.
Extensas investigaciones han demostrado que la depresión podría ser el resultado de una combinación de factores psicológicos, ambientales, bioquímicos y genéticos.
Incluso hasta podrían producirse ciertos episodios depresivos sin que exista una provocación y motivo evidente.
La depresión es considerada el trastorno mental más frecuente de todos pero no por ello es el menos grave.
Y como ya mencionamos afecta a hombres y mujeres de cualquier edad y clase social y/o económica, aunque las mujeres y las personas en ciertos periodos del ciclo vital (como la adolescencia, la menopausia y la andropausia) parecen ser las más afectadas.
Mira también:Depresión: Una condición frecuente y dolorosa [Actualizado 2024]Sin embargo es conveniente aclarar que ésta es una enfermedad totalmente controlable y hasta reversible si se sigue un tratamiento apropiado.
Existe la creencia errónea de que estar deprimido puede ser normal para personas ancianas o para aquellos que luchan con una enfermedad crónica, pero lo cierto es que de ninguna manera puede ser un estado normal, por lo cual si una persona presenta síntomas depresivos durante dos semanas o más se debe concurrir inmediatamente al médico.
Entre las causas más comunes de la depresión podemos mencionar:
- Factores Genéticos: se cree que entre las causas de la depresión se hallan los factores genéticos aunque como mencionamos no son la única causa posible. No obstante se puede dar el hecho de que si algún miembro directo de la familia ha sufrido episodios depresivos puede existir una mayor predisposición a padecer también estos episodios.
- Efectos Secundarios de Ciertos Medicamentos: asimismo puede mencionarse que ciertos tipos de medicamentos pueden tener efectos secundarios que favorezcan la aparición de síntomas depresivos.
- Desequilibrios de Ciertos Químicos en el Cerebro: también los trastornos depresivos pueden ser causados (al menos en parte) por problemas de desequilibrios físicos de ciertas sustancias químicas que hay en el cerebro, en cuyos casos existen medicamentos antidepresivos que pueden ser muy efectivos, ayudando a corregir esos desequilibrios y permitiendo llevar una vida normal. Aunque se debe aclarar que estos medicamentos anti-depresivos pueden tener ciertos efectos secundarios que se deben conversar con el médico.
- Personalidad del Individuo: además otras causas de la depresión pueden estar relacionadas con la personalidad de la persona, por ejemplo aquellas personas con baja autoestima, y que suelen abrumarse rápidamente con el estrés o bien quienes son muy pesimistas, pueden tener mayores riesgos de sufrir depresión.
- Factores Ambientales: también ciertos factores ambientales como la exposición continúa a situaciones o ambientes violentos, el abandono o el abuso pueden hacer que ciertos individuos puedan ser más vulnerables y propensos a padecer depresión.
Factores de riesgo para la depresión
Si bien la depresión puede ocurrir a cualquier edad es más frecuente que comience en la edad adulta.
Los trastornos depresivos en los individuos de edad adulta, de mediana edad o mayores suelen coexistir con otras enfermedades médicas graves como el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardíacas y la enfermedad de Parkinson, ya que incluso (como vimos) los medicamentos que se suelen usar para combatir estas enfermedades suelen presentar efectos secundarios que contribuyen a la aparición de estados depresivos.
Por ello es importante consultar con el médico sobre la mejor estrategia de tratamiento teniendo en cuenta estos aspectos.
Podemos resumir que existen varios factores que juegan un papel importante en la aparición de trastornos depresivos, como son:
- Los antecedentes personales y familiares.
- Los cambios traumáticos.
- Las enfermedades físicas.
- Y los medicamentos que se utilicen.
Además como ya hemos mencionado ciertas enfermedades pueden ser consideradas como factores de riesgo para la depresión, tales como:
- La artritis.
- El asma.
- Las enfermedades cardiovasculares.
- El cáncer.
- La diabetes.
- La enfermedad de Parkinson.
- Los problemas de la Tiroides.
- La obesidad.
- Entre otras enfermedades crónicas y/o graves.
Tipos de depresión
No todas las personas sufren la depresión de la misma manera, de modo que la gravedad y la duración variará de una persona a otra y en función del tipo de depresión que se tenga.
Mientras algunas personas sufren episodios depresivos leves y temporales, otras pueden sufrir episodios depresivos severos y prolongados.
En este sentido es fundamental que el médico tratante realice un diagnostico de la depresión que permita decidir el mejor tratamiento posible a seguir, según el tipo de depresión que se esté padeciendo.
Podemos decir, a modo de resumen, que existen dos principales tipos de depresión:
- El Trastorno Depresivo Mayor.
- Y el Trastorno Depresivo Persistente (también llamado Distimia).
Trastorno Depresivo Mayor
Es considerada la forma más grave de depresión, y está caracterizada por sentimientos persistentes de desesperanza, tristeza y falta de ánimo que no suelen desaparecer por si solos.
Este tipo de depresión afecta como la persona siente, piensa y maneja sus actividades diarias, perjudicándole en actividades tan simples como comer o dormir.
Se considera que para realizar un diagnóstico de Depresión Mayor se debe experimentar cinco o más de los siguientes síntomas durante un periodo de dos semanas o más:
- Pérdida del interés por actividades que antes se disfrutaban.
- Sentimientos depresivos la mayor parte del día.
- Pérdida o aumento significativo de peso.
- Dificultades para dormir, que hagan que la persona duerma muy poco o bien por el contrario duerma demasiado.
- Lentitud y pesadez en los movimientos.
- Problemas y dificultades a nivel cognitivo.
- Sentimientos de inutilidad y/o culpa.
- Fatiga y cansancio la mayor parte del día.
- Dificultades para poder concentrase y falta de capacidad para tomar decisiones.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
Trastorno Depresivo Persistente (Distimia)
Este trastorno normalmente se caracteriza por ser una forma leve pero crónica de depresión donde sus síntomas duran al menos dos años.
Una persona que haya sido diagnosticada con trastorno depresivo persistente podrá padecer episodios de depresión mayor junto con otros momentos o periodos de síntomas más leves.
Este tipo de depresión suele afectar la vida de la persona por más tiempo que el trastorno depresivo mayor debido a su mayor duración.
Entre sus síntomas más característicos se hallan:
- Perdida de interés por las actividades diarias que se solían disfrutar.
- Sentimientos de desesperanza.
- Disminución de la productividad.
- Baja autoestima.
- Fatiga y cansancio la mayor parte del día.
E incluso se puede considerar a las personas con este trastorno como incapaz para disfrutar cosas o actividades sencillas y divertirse.
Otros tipos de trastornos depresivos
Según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría) existen también otros tipos o clases de trastornos depresivos como:
- La Depresión Postparto: muchas mujeres que padecen este tipo de depresión suelen experimentar una depresión mayor que puede darse durante el embarazo y/o luego de dar a luz, presentando sentimientos de extrema tristeza, agotamiento y ansiedad siendo muy difícil para éstas mujeres cuidar de ellas y de sus bebés, e incluso pudiendo estar en peligro y riesgo su vida y/o la de sus bebés.
- La Depresión Psicótica: ocurre cuando una persona presenta una depresión grave a la que se le suma algún tipo de rasgo psicótico como creencias falsas perturbadoras como delirios, o escuchar o ver cosas que otros no escuchan ni ven (alucinaciones). Normalmente los síntomas psicóticos suelen tener una parte depresiva como delirios de culpa o minusvalía.
- El Trastorno Afectivo Estacional: se caracteriza por el hecho de que se inicia en los meses de invierno, normalmente cuando suele haber menos luz natural. Este trastorno normalmente tiende a desaparecer en la primavera y el verano. Este tipo de depresión comúnmente va acompañado de aumento del peso, aumento del sueño y abstinencia social y se puede predecir que regresará cada año.
- El Trastorno Bipolar: este trastorno es diferente de la depresión común, pero lo incluimos porque la persona que lo padece experimentará episodios de estados de ánimo muy bajos que aciertan con los criterios de depresión mayor. Sin embargo, una persona con Trastorno Bipolar además tendrá estados de ánimo muy elevados, de euforia y/o irritabilidad, llamados «manía» o en una forma que puede ser menos grave denominada «hipomanía».
Cabe aclarar que existen otros tipos de trastornos depresivos según el DSM-5 como el Trastorno Disfórico Premenstrual, entre otros.
Síntomas de la depresión: Principales signos y síntomas
Esta enfermedad afecta tanto al organismo como a la manera de pensar y de concebir la realidad, también provoca la pérdida de la iniciativa, autocastigo, abandono, inactividad e incapacidad para el placer.
Además, afecta los ciclos de sueño-vigilia y de alimentación, y disminuye la valoración del individuo de sí mismo.
Entre los síntomas comunes de la depresión se hallan los siguientes:
- Sentimiento de tristeza, vacío, episodios de ansiedad, pesimismo y desesperanza que perdura en el tiempo.
- Sentimiento de irritabilidad, culpa o impotencia.
- Autoestima baja, pérdida de confianza en uno mismo y en el entorno que le rodea.
- Moverse lentamente y/o hablar más despacio.
- Sentirse muy inquieto o tener problema para quedarse quieto.
- Dificultad para concentrarse, recordar cosas y tomar decisiones sensatas.
- Pérdida de interés en aquellas actividades por las que antes se sentía interés (pérdida de la capacidad de disfrutar).
- Insomnio, pudiéndose dar que la persona se acueste muy tarde por la noche, o se levante muy temprano.
- Pérdida del interés en las relaciones sexuales y disminución de la libido.
- Cansancio excesivo y falta de energía en cualquier momento.
- Pérdida del apetito o comer de manera excesiva.
- Dolencias y malestares que persisten: pueden presentarse como cólicos, problemas que afecten al aparato digestivo, dolores de cabeza, etc.
- Ideas recurrentes sobre la muerte y el suicidio (incluso puede haber habido tentativas) ya que la persona siente que “no hay solución” a sus problemas, y ve el suicidio como una forma fácil de “deshacerse de ellos”.
Los primeros indicios y síntomas de los estados depresivos suelen ser muy sutiles y por ello generalmente suelen ser ignorados en sus fases iniciales y/o confundidos con cansancio, estrés u otros factores.
Sin embargo es imperioso realizar un tratamiento para la depresión sobre todo cuando el individuo presenta pensamientos de suicidio, para que el terapeuta calificado indique el mejor tratamiento para cada caso en particular, que muchas veces podrá incluir la toma de medicamentos antidepresivos, e incluso podrá sugerir la hospitalización en casos graves donde la persona pueda ser peligrosa para ella misma o para los demás.
Si un amigo o un ser querido habla del suicidio no se debe tomar a la ligera, y se deberá acudir al médico de inmediato para comenzar con un tratamiento adecuado.
Cabe destacar que existen algunas condiciones médicas como los problemas de tiroides, los tumores cerebrales y la deficiencia de vitaminas que pueden imitar ciertos signos y síntomas de la depresión, por lo cual el médico debe descartar esas causas médicas generales.
Reconocer las señales de advertencia
Además de reconocer y comprender los síntomas de la depresión, también es importante comprender los signos de advertencia asociados con esta enfermedad.
La depresión es una condición que se asocia con un riesgo excepcionalmente alto de suicidio.
Si sufres depresión, puedes o no ser capaz de reconocer si tus pensamientos están comenzando a desviarse en ese camino.
No hay vergüenza en ello, pero es vital que te eduques sobre lo que estás sintiendo.
Al hacerlo, estarás mejor equipado/a para manejar la abrumadora desesperación que suele conllevar un trastorno depresivo.
Si tú o un familiar o amigo sufren de depresión, es importante que se reconozcan las señales de advertencia.
A continuación se destacan los síntomas más graves y potencialmente mortales de la depresión que pueden llevar incluso al suicidio:
- Muchos enfermos pueden parecer obsesionados con la muerte cuando están considerando suicidarse.
- Es bastante común que los aquellas personas extremadamente deprimidas se vean súbitamente bien y extremadamente felices. Esta actitud y cambio en su ánimo puede estar indicando que han comenzado a hacer planes para suicidarse, o que los planes ya están implementados.
- Si la depresión empeora, podría ser una señal de advertencia de suicidio.
- Muchos pueden comenzar a ordenar sus asuntos, como crear un testamento, regalar posesiones preciadas e incluso despedirse de aquellos a quienes aman o les importan profundamente.
- También es bastante frecuente que empiecen a involucrarse en comportamientos peligrosos, como el uso de drogas, el abuso de sustancias y la conducción imprudente.
- Además pueden parecer extremadamente apáticos y expresar verbalmente el hecho de que estarían mejor muertos, o si dejaran “este mundo”.
- Muchas personas que sufren de los síntomas de la depresión pueden comenzar a expresar abiertamente su deseo de suicidarse, o pueden comenzar a sentir curiosidad o hacer preguntas sobre el suicidio.
Aprender a reconocer los síntomas y signos de la depresión y sus señales de advertencia, te ayudará a determinar si tú o un ser querido padecen esta enfermedad.
Comprender las razones médicas por las que se producen los sentimientos y los procesos de pensamientos depresivos es fundamental para combatir y superar la depresión y cualquier tendencia suicida.
No nos cansaremos de repetir que si se experimentan estos síntomas de depresión, es esencial consultar a un especialista médico de salud mental de inmediato.
Existen en la actualidad muchos tipos de tratamientos disponibles para aliviar e incluso eliminar los síntomas de la depresión, tanto convencionales como no convencionales.
Hay medicamentos que se pueden recetar para frenar cualquier síntoma grave y si el suicidio es el verdadero peligro, se debe contactar a los profesionales médicos de inmediato.
Reconocer los síntomas depresivos es vital si tú, o alguien que conoces, sufren depresión.
Al reconocer y comprender las señales, se pueden tomar medidas para garantizar que la enfermedad sea tratada y controlada.
¿Cómo se diagnostica la depresión?
Ante la presencia de cualquiera de los síntomas anteriores, es imperativo acudir al psicólogo de inmediato.
También tenemos la opción de acudir a una psicóloga online por si acaso nos resultase más cómodo.
Cuanto antes se tenga el diagnóstico de la depresión, antes se podrá iniciar el tratamiento.
A veces diagnosticar depresión en un paciente no resulta tan sencillo debido a que la depresión es algo que no se puede ver ni tocar, por ello es importante acudir a profesionales cualificados para que realicen un diagnostico de la depresión adecuado.
Normalmente el diagnóstico de la depresión se basa en los síntomas y en una evaluación psicológica del paciente, donde el médico realizará una serie de preguntas sobre el estado de ánimo, el apetito, los patrones de sueño, los niveles de actividad y los pensamientos de paciente.
Además como ya vimos anteriormente la depresión puede estar relacionada con otros problemas de salud, de modo que el médico deberá realizar también un examen físico y solicitar en la mayoría de los casos algunos análisis de sangre.
De esta manera algunos problemas de salud físicos como los problemas de la tiroides o la deficiencia de vitamina D pueden ser desencadenante de síntomas depresivos, y el profesional debe descartar estas posibilidades.
De este modo un buen diagnóstico deberá tener en cuenta, además de los factores antes mencionados, la historia de la persona, y si ha habido pérdidas de seres queridos, despidos laborales, roturas amorosas, ingestas de medicamentos o consumo de drogas y/o sustancias.
Una vez que el médico haya realizado el diagnostico usará toda esta información para evaluar cual será el tratamiento para la depresión más apropiado y efectivo a seguir.
Tratamiento de la depresión
En relación al tratamiento de la depresión normalmente se da que una combinación de medicamentos antidepresivos junto con psicoterapia resulta ser el tratamiento más exitoso para la mayoría de los casos en los distintos niveles de la enfermedad.
Pero también puede optarse por otras opciones, según cada caso, como la Terapia Electro-Convulsiva (TEC) para los casos graves o la Luminoterapia para aquellas personas que sufren de Desorden Afectivo Estacional (DAE).
También hay ciertos remedios naturales para la depresión que pueden ser muy eficaces para combatirla.
La depresión es un trastorno mental altamente tratable y se estima que entre el 80% y 90% de las personas tratadas responden muy bien al tratamiento y logran superar esta enfermedad, e incluso aquellos que no la superan del todo igualmente logran mejorar su calidad de vida enormemente.
En este sentido un diagnostico precoz de la depresión hace realmente la diferencia.
Entre las opciones de tratamientos se pueden incluir: la terapia con un psiquiatra, un psicólogo, la mediación antidepresiva, entre otros posibles tratamientos, incluyendo algunos cambios en el estilo de vida.
A continuación veremos los tratamientos para la depresión más comunes y efectivos.
Medicamentos para la depresión: Antidepresivos
Los medicamentos antidepresivos pueden ser efectivos cuando hay alteraciones en la química cerebral.
El principio básico detrás del uso de estos medicamentos es alterar la concentración de ciertos mensajeros químicos presentes en el cerebro para lograr el equilibrio correcto en términos de la funcionalidad de la mente.
Estos mensajeros químicos, también conocidos como neurotransmisores, transmiten señales nerviosas en el cerebro y también se requieren para mantener los estados de ánimo.
Los químicos cerebrales más comúnmente atacados por estos medicamentos para la depresión incluyen 5-hidroxitriptamina o serotonina, norepinefrina, dopamina, acetilcolina y receptores adrenérgicos.
Estos medicamentos pueden ofrecer mejoras, aunque normalmente no se suelen ver los beneficiosos completos hasta transcurridos los primeros dos o tres meses.
El psiquiatra probará la dosis que considere apropiada y si luego de algunas semanas no se ven mejorías, podrá hacer modificaciones en la dosis o agregar o sustituir algún medicamento.
Asimismo si la medicación cumple su cometido y alivia los síntomas depresivos es muy probable que el médico considere que la persona siga con el tratamiento algunos meses más, o incluso que sugiera que se siga con un tratamiento de mantenimiento si considera que la persona tiene un alto riesgo de recaída.
Psicoterapia
En casos leves de depresión se puede utilizar sólo la psicoterapia para combatirla y normalmente los resultados son muy buenos.
Pero en los casos moderados a severos, normalmente la psicoterapia suele ir acompañada con un tratamiento medicamentoso de antidepresivos.
Existen muchos estudios e investigaciones que avalan la afectividad de la psicoterapia, especialmente la Terapia Cognitiva Conductual, para tratar la depresión.
Este tipo de terapias cognitivas conductuales se centran en el presente y en la resolución pronta de los problemas, ayudando a la persona a identificar los pensamientos distorsionados y a cambiar dichos pensamientos, y los comportamientos que éstos acarrean.
La psicoterapia para la depresión puede involucrar a una sola persona (quien padece la depresión) o bien puede incluir a otras personas (como por ejemplo otros miembros de la familia, o la pareja).
Por ejemplo, en las terapias de pareja o en las terapias familiares se puede ayudar a abordar este problema dentro del marco de estas relaciones cercanas.
También existen terapias de grupo que involucran a personas con problemáticas similares.
De acuerdo a la gravedad de la depresión el tratamiento puede durar algunas semanas o bien varios meses, pero siempre se intenta que este tipo de terapias sean lo más breves posibles.
Normalmente en unas 10 a 15 sesiones se pueden ver grandes mejorías.
Terapia Electro-Convulsiva (TEC)
En ciertos casos los medicamentos para la depresión no suelen tener el efecto deseado, por ejemplo en depresiones graves o trastornos bipolares, y es en estos casos cuando se puede explorar la idea de utilizar la Terapia Electro-Convulsiva.
La cual consiste en efectuar una estimulación breve eléctrica en el cerebro mientras el paciente está bajo los efectos de la anestesia, por lo cual es una técnica indolora.
Normalmente se suelen prescribir unas seis a doces sesiones, dos o tres veces por semana, durante dos a cuatro semanas.
Esta técnica ha sido implementada desde los años 40 y con muchos años de investigación a cuesta se ha perfeccionado con importantes mejoras.
Hoy en día incluso está técnica ha mejorado tanto que puede realizarse de manera ambulatoria por un equipo de profesionales altamente especializados.
Se trata de una técnica efectiva y segura para la mayoría de los pacientes, y que suele dar muy buenos resultados en los casos graves o severos de depresión.
También existen otros tipos de terapias de estimulación cerebral como la Estimulación Magnética Transcraneal Repetitiva (EMTr) y la Estimulación del Nervio Vago (SNP).
Terapia de luz o Luminoterapia
La Terapia de Luz o Luminoterapia se basa en la exposición de la persona que padece depresión, sobre todo en los casos del Trastorno Afectivo Estacional (también denominado Trastorno Depresivo Mayor con Patrón Estacional) a dosis de luz blanca.
Ayudando a regular el estado de ánimo y a mejorar los síntomas depresivos.
Esta terapia no suele tener efectos secundarios no deseados y es una excelente opción para personas que no puedan por diversos motivos tomar ciertos medicamentos.
Cambios en el estilo de vida y Terapias alternativas para combatir la depresión
Existen otras terapias naturales y alternativas como la acupuntura o la meditación que pueden ser muy buenos complementos a las terapias convencionales o tradicionales.
Pero cabe resaltar que hemos dicho “buen complemento”, ya que de ninguna manera se deben dejar los tratamientos tradicionales para la depresión por las terapias alternativas o naturales.
Existen ciertos suplementos herbales como la Hierba de San Juan que han demostrado ser eficaces para ayudar a combatir los síntomas depresivos.
Sin embargo siempre se debe conversar con el profesional de la salud sobre el uso de estas alternativas, sobre todo si se están tomando otros medicamentos, ya que algunos suplementos o hierbas naturales pueden interactuar con los medicamentos empeorando la depresión o reduciendo su efectividad.
Realiza ejercicio físico de manera regular
Esto es algo que normalmente cualquier médico te recomendará.
Hacer unos 15 a 30 minutos diarios o al menos tres veces por semana de ejercicio físico siempre será una buena idea.
Aunque cabe aclarar que debes consultar con el médico sobre tu estado de salud actual para que no tengas problemas.
Realizar ejercicio físico aumentará la producción de endorfinas de tu cuerpo, que son aquellas hormonas que mejoran tu estado de ánimo.
Y además, el ejercicio aeróbico, estimula el neurotransmisor norepinefrina, que está vinculado también con los estados de ánimo.
Esta es una opción que puedes combinar con otros tratamientos como la psicoterapia o incluso si estás tomando medicamentos antidepresivos.
Evita el alcohol y las drogas
Está comprobado que consumir alcohol y/o drogas profundiza los síntomas depresivos, a pesar de que pueda parecer lo contrario a corto plazo.
Lo cierto es que a largo plazo el consumo de estas sustancias empeorará los síntomas de depresión y ansiedad.
Además si estás tomando medicamentos antidepresivos para la depresión, consumir alcohol o drogas puede tener graves efectos secundarios.
Cuídate y Aprenda a decir “NO”
Muchas veces nos sentimos abrumados con todo lo que se debe hacer en el día a día, de modo que es importante establecer límites tanto en la vida profesional como personal aprendiendo a decir en ocasiones que “no”; sobre todo cuando se está padeciendo una depresión.
Además es aconsejable evitar estar o compartir tiempo con personas negativas, que sólo nos empeoran nuestro estado de ánimo.
Y asimismo es muy importante buscar actividades divertidas que nos relajen y nos hagan sentir bien.
Cosas sencillas como salir a cenar, ir al cine o caminar por un parque serán muy buenas para aliviar la sintomatología depresiva y mejorar el estado de ánimo.
Vivir con alguien que está deprimido: ¿Qué se debe hacer para ayudarlo? Autoayuda y Afrontamiento
En primer lugar cabe destacar que cuando se vive con una persona que sufre depresión es muy importante cuidarse de no ser absorbido por sus síntomas y terminar uno mismo padeciendo esta enfermedad.
Por ello debes procurar tu auto-cuidado, al mismo tiempo que cuidas y ayudas a tu ser querido, es importante que asumas que la persona con depresión estará haciendo su mejor esfuerzo aunque a veces pueda parecer que no es así, ten paciencia.
Algunos tips o consejos que te pueden ser útiles para convivir y ayudar a una persona deprimida son los siguientes:
- No lo juzgues, ni seas severo/a con él o ella ni tampoco contigo mismo/a.
- Práctica el perdón, ya que tener rencores porque la persona no responda como te gustaría a ti, será una enorme pérdida de energía. Exígele pero comprende que la persona deprimida y no siempre estará a la altura de tus exigencias.
- Crea una lista de cosas divertidas que puedan hacer juntos, esta puede ser una excelente tarea para llevar a cabo con tu ser querido. Propónle que juntos enumeren por lo menos 10 o 20 cosas que ambos disfruten y que puedan hacer juntos. Y una vez tengan esa lista, piensen cómo podrían llevar a cabo cada una, haciendo algo agradable para ambos cada día. Ten presente que cualquier actividad que ambos disfruten y puedan compartir será de gran ayuda en el camino a la mejoría y el distanciamiento de los síntomas depresivos.
- Aprende a establecer límites saludables, es importante que quede claro qué está bien que la otra persona haga y que no.
- Busca un terapeuta para ti mismo/a. Es importante que tú también te cuides y procures mantenerte saludable. En este momento necesitas todo el apoyo que puedas obtener.
- Busca cómo desarrollar un fuerte sistema de apoyo social, tanto para ti como para tu ser querido. Es muy normal que las personas se aíslen cuando caen en una depresión. ¡No lo permitas! Únete a grupos de autoayuda, y haz que tu ser querido también concurra, además puedes apuntarte a cursos de manualidades, a algún deporte, o a cualquier actividad que conlleve interactuar con otras personas.
- Practica la meditación, e intenta que tu ser querido también lo haga. Si no sabes cómo hacerlo, busca en Internet, encontrarás cientos de tutoriales y clases que te enseñarán diferentes formas, muy simples pero efectivas, de meditar. Por otro lado si no quieres meditar, puedes optar por probar con algunos ejercicios de respiración profunda y relajación.
- Haz ejercicio y motiva a tu ser querido a que también lo haga. El ejercicio físico es una de las mejores estrategias para combatir los síntomas de la depresión. No sólo te hace sentir mejor contigo mismo, y te equilibra químicamente y sino además es una excelente protección para evitar que tú también caigas en una depresión.
- Aliméntate saludablemente y de manera natural y balanceada. Comer alimentos naturales, saludables y bien balanceados es muy efectivo para disminuir el estrés general y prevenir y curar la depresión.
- Busca incluir la risa y el humor en tu vida y en tu día a día, procura mirar películas o videos graciosos que te saquen una sonrisa, la risa elimina toxinas de tu organismo y re-equilibra tu química interna, teniendo un efecto muy similar a la meditación o a las técnicas de respiración. Nunca subestimes el poder de la risa.
- Es importante que cuides tu autoestima y ayudes a la persona deprimida a recuperar la suya. No te dejes engañar por pensamientos, creencias o comportamientos que te depriman, y tampoco permitas que otros te hagan eso a ti.
- Además ten presente que la persona depresiva debería evitar el alcohol y/o el consumo de sustancias, sobre todo si está siendo medicado/a, y debería dormir lo suficiente, al menos de 7 a 9 horas diarias.
Esta lista de “ideas” que puedes poner en práctica de inmediato te puede ayudar a sobrellevar la convivencia con una persona deprimida, mientras la ayudas a superar su enfermedad pero sin que tú mismo/a caigas en una depresión.
No es necesario que pongas “todas” estas ideas en práctica al mismo tiempo, busca entre la lista aquellas ideas o consejos que consideres más apropiados para ti y tu ser querido, y procura comenzar con una o dos, y ver qué tal te va con esas, luego podrás ir incorporando otras ideas, a medida que vayas viendo los progresos.
¿Cuándo consultar con un médico?
Como te habrás dado cuenta, a lo largo de este artículo, te hemos dicho muchas veces que es primordial y muy importante buscar la ayuda de un médico de confianza si crees que estás deprimido o deprimida, e igualmente si es un ser querido (un familiar o amigo) quién está atravesando una depresión, debes insistirle sobre la importancia de buscar ayuda profesional, por ejemplo puedes contactar al profesional y acordar una cita con él, y luego pedirle a tu ser querido que por favor asista.
Es muy normal que la mayoría de las personas esperen demasiado tiempo antes de acudir a un profesional de la salud mental y de esta manera cuando por fin acuden la sintomatología depresiva puede estar muy avanzada y arraigada, haciendo que sea mucho más difícil y lento lograr un tratamiento para la depresión efectivo.
Hay que tener presente que mientras más rápido y precoz sea el diagnóstico de la depresión, se podrá iniciar un tratamiento con mayores posibilidades de éxito y en un periodo de tiempo más corto.
Importante: Ante la presencia de síntomas depresivos es fundamental buscar la ayuda pertinente de un profesional para controlarlos y revertirlos, recuerda que este artículo es informativo y educativo pero no sustituye la opinión ni el tratamiento médico.
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