Es importante tener en cuenta que la depresión no afecta a todas las personas del mismo modo y las causas no son las mismas en todos los casos. Aunque el consenso a este respecto no es unánime, se pueden diferenciar varios tipos de depresión y padecimientos en atención a los síntomas de la depresión, su duración y las causas que los producen.

Los cuales tienen que ser atendidos mediante diferentes tipos o combinaciones de tratamientos. Aunque básicamente son la combinación de medicación y psicoterapia, las dos principales opciones en la mayoría de los casos, y casi siempre se logran grandes mejorías en las personas afectadas por este trastorno.

En general, la depresión puede ser considerada como leve, moderado o grave según la gravedad o intensidad y duración de los síntomas.

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría, indica los criterios estándar para la clasificación de los trastornos psiquiátricos.

En psicopatía se pueden identificar tres categorías relacionadas con la depresión:

  • Trastorno depresivo mayor: se trata de un estado de ánimo, de tristeza, sin alteración de la realidad, que puede cursar con pérdida de apetito y otros síntomas característicos.
  • Distimia o Trastorno Distímico: en que el estado anímico del paciente queda retraído durante un gran periodo de tiempo, alternándose episodios de claridad con inapetencia.
  • Trastorno Bipolar: este trastorno, también conocido como depresión maniaca o síndrome depresivo maniaco, se puede definir como cambios cíclicos constantes en el estado de ánimo, yendo de estados de ánimo bajos a estados de euforia o de ánimo elevados. Este trastorno es más infrecuente, pero no por ello es poco grave.

Además, existen muchas otras clasificaciones para este trastorno según el origen y los efectos sobre la persona, ya que hay que tener en cuenta que existe un amplio espectro de intensidad y alcance de este trastorno, como por ejemplo:

  • Trastorno adaptativo: propio de circunstancias provocadas por estrés o ansiedad.
  • Duelo patológico: experimentado en personas que no superan la muerte de seres queridos.

 

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