Radioterapia y Quimioterapia: Diferencias y beneficios
La radioterapia y la quimioterapia son los dos tratamientos médicos más frecuentes y utilizados para luchar contra el cáncer. Sin embargo, cada uno tiene sus características propias y beneficios.
El cáncer se produce cuando hay una alteración genética y biológica en las células que componen los tejidos de los órganos del cuerpo.
Cuando existe un crecimiento descontrolado de estas células pueden generarse tumores o nódulos, los cuales son en algunos casos, benignos y en otros casos malignos.
Se considera que son benignos cuando no invaden ni destruyen otros órganos. Y malignos cuando se dividen de forma incontrolada y mutan produciéndose la carcinogénesis.
Entre los cánceres más comunes se encuentran los de pulmón, próstata, mama, estómago y colorrectal. Sin embargo, existen más de 200 tipos de cánceres distintos, presentando cada uno sus propias características, causas y evolución. Lo que determina que haya distintos tipos de tratamientos específicos. Aunque los dos más utilizados son la quimioterapia y la radioterapia.
Veamos en qué consiste cada uno de estos tratamientos y cuáles son sus diferencias y beneficios.
La quimioterapia utiliza fármacos denominados quimioterapéuticos o antineoplásicos que destruyen las células malignas con el fin de reducir la enfermedad.
No obstante, estos fármacos llegan a la mayoría de los tejidos del cuerpo, actuando tanto en las células malignas como las sanas. Cuando afectan a estas últimas pueden producir efectos secundarios tales como diarrea, vómitos y náuseas, alteraciones en la mucosa de la boca, estreñimiento y alteraciones en la percepción de los alimentos.
El objetivo del tratamiento con quimioterapia puede ser curativo o paliativo. En el primer caso, el objetivo es intentar curar la enfermedad. En el segundo caso, lo que se busca es mejorar la calidad de vida de la persona y controlar los síntomas.
La quimioterapia puede ser administrada por vía intravenosa u oral, y suele aplicarse en ciclos, es decir alterando periodos de tratamiento y de descanso, con la finalidad de darle tiempo a las células sanas del cuerpo de recuperarse.
Radioterapia
La radioterapia utiliza altas dosis de radicación con el fin de destruir las células cancerosas o al menos enlentecer su crecimiento. Su funcionamiento y eficacia se basa en dañar el ADN de las células malignas evitando que se dividan y matándolas. Dando lugar a que el cuerpo las expulse.
Sin embargo, los resultados no son inmediatos y puede llevar semanas que el tratamiento tenga el efecto deseado, y en ocasiones las células seguirán muriendo incluso meses después de la última sesión de radioterapia.
Hay dos tipos principales de tratamientos con radioterapia utilizados en los tratamientos oncológicos: de haz externo o interna.
En el caso de los tratamientos con haz externo, es local. Es decir que se trata una parte determinada del cuerpo en la que se halla el tumor, por medio de una máquina de grandes dimensiones.
En el segundo caso, la fuente de radiación no se halla en el exterior del cuerpo sino en su interior. Y puede ser sólida (braquiterapia) o líquida.
¿Cuál opción es mejor?
Optar por una u otra forma de tratamiento dependerá de diversos factores como la edad del paciente, su salud general, la ubicación y el tamaño del tumor, el tipo de cáncer, el historial médico, etc.
En el caso de la radioterapia, se suele emplear haz externo para muchos tipos de cánceres diferentes. Mientras que la interna es más específica para ciertos cánceres como los de cabeza y cuello, próstata, cuello uterino, de seno o de ojo.
El médico oncólogo debe evaluar la situación y determinar que tipo de tratamiento conviene utilizar de acuerdo a las circunstancias particulares de cada caso.
Salud emocional
El tratamiento de cáncer, ya sea por medio de quimioterapia o de radioterapia, suele ser muy estresante y abrumador para el paciente, afectando su salud emocional y mental, además de su cuerpo.
Los pacientes pueden sentirse ansiosos, angustiados, frustrados, preocupados, asustados, indefensos, enfadados, deprimidos, nerviosos, y aletargados.
Todos estos sentimientos y emociones son normales y existen algunas medidas que se pueden tomar para aliviarlos y lidiar mejor con ellos, tales como:
Conversar con otras personas (ya sean profesionales como psicólogos o familiares y amigos de confianza). Hablar con personas en las que se confíe ayudará a atravesar esta situación con más calma y tranquilidad.
Unirse a grupos de apoyo. Los grupos de apoyo de personas que están en las mismas situaciones pueden ayudar mucho al paciente oncológico, especialmente cuando no tiene familiares o amigos de confianza con quienes compartir sus emociones y sentimientos. Escuchar y hablar con otras personas que tienen sus mismas inquietudes puede ser de gran ayuda.
Probar con técnicas de relajación y meditación. Tanto las técnicas de relajación como la meditación ayudan mucho a los pacientes oncológicos a manejar mejor sus emociones y sentimientos. También muchas personas creyentes encuentran un gran apoyo en rezar u orar, ya que los relaja, los calma y les da esperanza y fe.
Hacer ejercicio. Si bien las personas que están realizando tratamientos oncológicos suelen sentirse cansadas y desganadas, en los casos en que sea posible realizar actividades físicas, estas pueden ser de gran ayuda. Andar en bicicleta, caminar, hacer yoga o ejercicios acuáticos, son todas actividades que se pueden practicar de acuerdo a las condiciones de cada persona y que ayudarán mucho a sentirse mejor.
Conclusiones
Todas las personas tenemos distintas maneras de hacer frente a situaciones difíciles. Sin embargo, el apoyo tanto profesional como de los seres queridos, es fundamental para superar circunstancias tan estresantes como puede ser un tratamiento oncológico (ya sea con quimioterapia o radioterapia).
Hablar con los profesionales (médicos, enfermeros, trabajadores sociales o psicólogos) y plantear las dudas o miedos que se tengan, será siempre una buena idea.
Si tú o un ser querido está atravesando esta situación, no dejes de buscar apoyo profesional. No tienes que transitar solo o sola este momento.
IMPORTANTE: Por favor, no interpretes esta información como reemplazo del consejo o tratamiento médico profesional, es meramente educativa. Siempre que tengas dudas sobre tu salud, busca la opinión de profesionales cualificados.
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